Dicen que se quiere a lo que se conoce, así que vamos a contarte qué es el yute, uno de los componentes que más nos gustan en el diseño de nuestros productos.
El Yute es una de las fibras naturales más largas y más usadas para diversas aplicaciones textiles. Es extraído de la corteza de la planta del yute blanco y, en menor cantidad, del yute rojo. Es una fibra natural con un brillo sedoso dorado, llamada por eso mismo fibra dorada.
Un dato interesante es mencionar que se trata de un cultivo anual que se desarrolla en cerca de 120 días (entre abril/mayo y julio/agosto).
Florece en zonas de tierras bajas tropicales con una humedad del 60% al 90%, es un cultivo simple que necesita pocos fertilizantes y plaguicidas. Los rendimientos son de cerca de 2 toneladas de yute seco por hectárea y en términos de producción y variedad de usos, el yute es una de las fibras naturales más comunes, considerada la segunda de las fibras vegetales después del algodón.
El yute es largo, blando y brillante, con una longitud de 1 a 4 metros y un diámetro de entre 17 a 20 micras. Las fibras de yute están compuestas de celulosa (principal componente de todas las fibras vegetales) y lignina (componentes principales de las fibras leñosas). Las fibras pueden extraerse mediante procesos de enriado tanto biológicos como químicos. Dados los costos que representa el uso de productos químicos para extraer la fibra del tallo, los procesos biológicos son los que más se practican. El enriado biológico se puede hacer en agua y en cintas, con técnicas que permiten sumergir los tallos liados para separar las fibras antes del arrancado. Después del proceso de enriado comienza el arrancado, que consiste en raspar la materia no fibrosa y extraer las fibras del interior del tallo.
También vale destacar que presenta beneficios ambientales: La fibra de yute es 100% biodegradable y reciclable y, por consiguiente, inocua para el medio ambiente. Una hectárea de plantas de yute consume cerca de 15 toneladas de dióxido de carbono y libera 11 toneladas de oxígeno. En las rotaciones, el cultivo del yute enriquece la fertilidad del suelo para la cosecha siguiente. Su combustión no genera gases tóxicos.
Para finalizar queremos contarte que, entre sus ventajas, figuran sus propiedades aislantes y antiestáticas, así como su baja conductividad térmica y moderada retención de la humedad.
Todos amamos las alpargatas, pero no todos saben lo que es el yute y en La Rosa Blanca queríamos que lo sepas.